Pan de pipas de girasol

lunes, 27 de junio de 2016

No sé si conoceréis la panificadora del Lidl, pero es una maravilla. Me estuve resistiendo bastante tiempo porque tengo demasiados aparatos en casa, pero finalmente no me pude resistir y fue todo un acierto. Salen unos panes buenísimos, a mi me encantan para desayunar. Metes todos los ingredientes en la cubeta, programas y te olvidas hasta que el pan está listo.

Este fin de semana he hecho un pan de pipas de girasol, receta que tomé del libro “365 recetas de pan”, en el cual hay un capítulo dedicado a recetas para panificadora. Nos ponemos delantales y ¡ a cocinar!

Ingredientes

300ml de agua.
2 cucharadas de aceite de girasol.
450 g de harina de fuerza.
1 cucharada de leche en polvo descremada.
1 cucharadita y media de sal.
2 cucharaditas de azúcar.
1 cucharadita de levadura seca de panadería.
5 cucharadas de pipas de girasol.

Preparación


Sacamos la cubeta de la panificadora y añadimos el agua y el aceite. Esparcimos por encima la harina de manera que cubra el líquido por completo.

Espolvoreamos la leche por encima de la harina. Hacemos un pequeño agujero sobre la harina ( sin que toque el liquido) en distintos ángulos del molde y añadimos la sal y el azúcar.Hacemos un agujero en el centro y añadimos la levadura.

Metemos la cubeta y seleccionamos la opción pan normal, tostado medio, peso 750g y pulsamos el botón de inicio.

Añadimos las pipas de girasol cuando la máquina emita el pitido que nos indica que tenemos que añadir los ingredientes extra ( durante el amasado).

Una vez finalizado el programa, retiramos la cubeta y volcamos el pan sobre una rejilla para que se enfríe.

Mousse de vainilla

domingo, 19 de junio de 2016

Si os gusta la vainilla este es vuestro postre. Con pocos ingredientes y de manera muy fácil podréis hacer una deliciosa mousse para coronar vuestras comidas veraniegas.


Ingredientes

250 g nata.
50 g azúcar
1 vaina de vainilla
1 hoja de gelatina.

Preparación

En primer lugar infusionamos la nata en frío. Para ello abrimos la vaina de vainilla con un cuchillo, la raspamos y la añadimos a la nata, meter también la vaina entera. Refrigerar mínimo 24 horas.

Una vez pasado ese periodo hidratamos la gelatina en agua fría. Tomamos de la nata unos 50 ml y los calentamos en el microondas. Añadimos la gelatina y movemos hasta que se disuelva. Dejamos enfriar .

Montamos el resto de la nata con el azúcar hasta que semimontada. Mezclamos con la gelatina disuelta con movimientos envolventes. Una vez que está todo mezclado repartimos en vasitos y metemos en nevera 6-8 horas.

Podemos echar trocitos de chocolate por encima para darle un toque decorativo y crujiente.


Tosta de jamón, queso brie y mermelada de fresa a la pimienta rosa

lunes, 13 de junio de 2016

Ahora si que ya tenemos el calor encima y parece que ha llegado para quedarse. A much@s de vosotros os dará mucha pereza cocinar, con el calor ya se sabe, se nos quita las ganas de todo y más si hay que poner al fuego cualquier cosa. Con la tosta de hoy (pincha aquí para ver más ideas de tostas), eso no será problema. 5 minutos como mucho os llevará prepararla y de sabor.... a la foto me remito.

La mezcolanza de sabores y el toque de la mermelada de fresa a la pimienta rosa le da un toque buenísimo. La mermelada que he usado es de la marca La Chinata que tiene unas variedades de mermeladas buenísimas y de lo más variopintas. Podéis verlas aquí
Ingredientes

Una rebanada de pan.
Jamón ibérico.
Queso brie.
Mermelada de fresa con pimienta rosa de la Chinata.
Almendras laminadas

Preparación

Tostamos la rebanada de pan. Nosotros compramos pan especial para tostas, pero podéis usar cualquier tipo de pan.

Colocamos en primer lugar las lonchas de jamón ibérico. Cortamos unas lonchas de queso brie, las ponemos en la sartén en la que hemos tostado el pan, no hace falta que lo pongáis al fuego de nuevo, con el calor residual es suficiente para que se ablande un poco.

Añadimos la mermelada de fresa con pimienta rosa encima y almendras laminadas.

¡a disfrutar!

Tarta de queso telaraña (sin horno)

martes, 7 de junio de 2016

El verano casi ya ha llegado, con el calor no apetece encender el horno y una buena alternativa son las rápidas y socorridas tartas frías sin horno. Fresquitas de la nevera, son de lo más apetecibles.
Esta tarta de queso es del libro de "Cake days" de The Hummingbird bakery. Os aseguro que una vez que la probéis, pasará a ser una de vuestras preferidas.

Para la decoración podéis decorarla con chocolate negro como yo lo hice, lo de la tela de araña, no está muy acorde con la época del año (os puede venir bien para Halloween) pero me apetecía probar ese tipo de decoración. La podéis decorar con mermelada o como más os guste.

Ingredientes (para 8-12 personas)

Para la base de galleta:
220 g. de galletas tipo digestive.
100 g. de mantequiila sin sal, derretida.

Para el relleno de queso:
4 láminas de gelatina.
600 g. de queso cremoso (tipo Philadelphia).
110 g. de azúcar.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
1/2 cucharadita de ralladura fina de piel de limón.
200 ml. de nata para montar o crema de leche
60 g. de chocolate negro (mínimo 70% de cacao)

Un molde desmontable de 20 cm de diámetro.
Una manga pastelera con boquilla fina (nº2).

Preparación

Forramos la base del molde con papel de hornear y a continuación, en un robot de cocina con el accesorio de cuchillas, trituramos las galletas digestive hasta obtener migas finas. Otra opción es introducir las galletas en una bolsa de plástico de cierre hermético y machacarlas con un rodillo de cocina.

Ponemos las galletas trituradas en un cuenco, vertemos sobre ellas la mantequilla derretida y mezclamos a mano. Disponemos esta pasta sobre el molde preparado, presionando con los dedos sobre la base.Después introducimos en el frigorífico durante 20-30 minutos para que se enfríe y adquiera firmeza mientras preparamos el relleno.

Ponemos las láminas de gelatina en un cuenco con agua tibia para que se ablanden. Con una batidora de varillas eléctrica o una batidora amasadora con pala, batimos el queso cremoso, el azúcar,la esencia de vainilla y la ralladura de piel de limón hasta obtener una pasta suave. En otro cuenco, batimos la nata hasta que quede semimontada.

En un cazo pequeño, a fuego muy bajo, derretimos aprox. 200 g. de la mezcla de queso cremoso. Dejamos que se caliente ligeramente y luego retiramos del fuego y añadimos la gelatina para que se derrita en la crema de queso.

Añadimos el resto de la crema de queso fría a la mezcla caliente del cazo, agregando 3 cucharadas cada vez y sin dejar de remover. Con mucho cuidado, incorporamos la nata semimontada a la mezcla y después vertimos sobre el fondo de tarta preparada. Alisamos la parte superior de la tarta con una espátula.

Troceamos el chocolate en un cuenco de cristal y derretimos sobre un cazo de agua caliente, al baño María. Retiramos del fuego y dejamos que se enfríe. Introducimos el chocolate en la manga pastelera y hacemos círculos concéntricos sobre la tarta, con la misma separación entre ellos. Con un palillo o la punta de un cuchillo afilado, trazamos una línea fina desde el círculo interior hasta el exterior para crear el efecto telaraña. Limpiamos el palillo o cuchillo después de trazar cada línea.

Colocamos la tarta terminada en el frigorífico y dejamos que cuaje durante un par de horas, o preferiblemente toda la noche.

Espero que os guste.

Macarons de lima

viernes, 3 de junio de 2016

Tenemos la sección de cocina del mundo un poco olvidada pero hoy es día de desempolvarla de nuevo. Hace un par de años Ismael me inscribió en un concurso del Facebook, una masterclass de los finos y deliciosos macarons franceses, en la escuela de cocina Le Cordon Bleu (en su sede de Madrid) que tantos de vosotr@s conoceréis (por lo menos la habréis oído en Masterchef). Tuve la buena suerte que me tocó, yo no sabía nada sobre mi participación y cuando recibí el correo casi me caigo de culo. La masterclass era impartida por José Enrique González , chef profesor de pastelería de Le Cordon bleu, que cuenta con una estrella michelín y la pinche era Alma Obregón, un lujazo de clase a la cual no pude faltar.

La clase fue increíble, nos trataron muy bien y una vez finalizada la demostración degustamos los macarons que habían elaborado. Además sortearon las cremas con las que rellenaron los macarons, pero no hubo suerte. La verdad que fue una experiencia inolvidable, en la que aprendí como hacer los complicados macarons, que puse en práctica en casa casi dos años más tarde. Siempre me dieron bastante miedo por la dificultad de la receta, pero la verdad que me quedaron buenisímos y sin duda repetiré. Además, para ser la primera vez , quedaron preciosos :-)
En la clase nos dieron la masa para macaron, la receta clásica, con merengue italiano y varias recetas de relleno, de las cuales, me cautivó la de lima, así que ese es el relleno que os traigo.
Para la elaboración del macaron, es necesario utilizar harina de almendra de la que venden comercial, no vale la que trituremos en casa, ni siquiera con la thermomix, al igual que el azúcar ha de ser glass y del comercial.
Los macarons los hice sobre un tapete de silicona que venden que ya lleva unos círculos dibujados para que todos salgan más o menos del mismo tamaño (lo podéis ver aquí ) y sino podéis hacer una plantilla de círculos sobre un papel vegetal  dejando separación entre los mismos, el cual colocaréis sobre la bandeja del horno. Para darles forma usé una manga pastelera con boquilla lisa. Es necesario que la pesada de los ingredientes sea precisa y la utilización de un termómetro de cocina.
Dicho esto, nos ponemos delantales y ¡a cocinar!
Ingredientes
Para el merengue italiano:
150g de azúcar.
50g de agua.
55g de clara de huevo.
15g de azúcar.
Para el resto de la masa
150g de harina de almendra ( almendra en polvo).
150 de azúcar glass.
55g de clara de huevo.

Preparación
Pasar el azúcar glass (150g) y  la harina de almendra (150g) por la picadora para que se mezclen bien, golpes cortos. Tamizamos dos veces.
En un cuenco grande añadimos 55g de claras, la harina de almendras y el azúcar glass tamizado, mezclamos muy bien con una lengua de silicona hasta conseguir una masa con una textura uniforme y pastosa. Reservamos.
Por otro lado, preparamos un almíbar para ello en un cazo echamos 150g de azúcar y 50g de agua. Dentro del cazo ponemos un termómetro y lo ponemos al fuego, cuando rompa hervir, bajamos el fuego y dejamos que alcance los 113 grados. Esto tardará un rato, así que aprovechamos para montar las claras. Este paso lo tenemos que hacer de manera simultánea, porque cuando el almíbar alcance los 113 ºC y deje de burbujear inmediatamente se ha de añadir a las claras montadas con el azúcar.
Para montar las claras, las añadimos ( 55g)  a un bol con 15 g de azúcar y las montamos con batidora de varillas, hasta que estén firmes.
Una vez que el almíbar ha alcanzado la temperatura, los añadimos a las claras lentamente, en forma de hilo sobre la pared del bol, mientras continuamos batiendo hasta que se enfríe y se formen picos o dicho de otra forma cuando demos la vuelta al bol y no se caiga ( no menos de 10 minutos, por debajo de los 45 grados), veremos que está listo porque se pone brillante y firme.
Una vez que esté frío lo teñimos con el colorante en gel que más nos guste. Le damos un toque más de batidora para unificar el color. He visto varias recetas que no lo tiñen así, pero es como me 
enseñaron en el curso.
Ahora llega el momento crucial que es el “macaronage”, que es el nombre francés que recibe la técnica para mezclar el merengue italiano con la mezcla de azúcar glass, claras y harina de almendra que teníamos reservada. Para ello añadimos de golpe nuestro merengue italiano y lo mezclamos con ayuda de una lengua de silicona. Tenemos que hacer movimientos circulares y envolventes, de arriba a abajo, suavemente hasta que esté todo bien integrado, la masa se irá aflojando hasta quedar lisa y brillante, hay que darle el toque justo, no dejarla demasiado líquida , ni demasiado dura. Un truco para comprobar si tiene la textura perfecta consiste en levantar  la espátula una gran cantidad de masa y  la dejamos nuevamente al bol, la cual debe caer en forma de cinta (como si se doblase una cinta sobre una mesa) e integrarse en pocos segundos al resto de la masa.

Una vez que tenemos la masa lista la metemos en una
  manga pastelera con boquilla lisa nº6 y nos disponemos a escudillar los macarons, sobre la bandeja del horno, sobre la que hayamos puesto previamente  el tapete de silicona para macarons o el papel vegetal con nuestro circulitos. Para ello tenemos que colocar la manga recta , sobre el centro del circulo y pegada casi al  papel o silicona, presionamos la manga hasta que la masa llegue al borde de la circunferencia y acabamos con un giro rápido de muñeca para evitar que salgan picos, siempre sale un pequeño pico que luego desaparece. 
Cuando hemos terminado de escudillar los macarons, daremos un golpe seco a la bandeja, para eliminar así las burbujas de aire y el pequeño pico que se haya formado. Se deja secar un poco antes de meter en el horno para que se forme una pequeña costra y al tocarlos no se deben pegar a los dedos, el tiempo puede variar de media hora a más tiempo, depende de la temperatura ambiente

Aquí podéis ver un pequeño vídeo de como hacer la forma de los macarons que hice con el móvil en la masterclass:


Precalentamos el horno a 150ºC calor arriba y abajo y horneamos sobre la bandeja a media altura durante unos 13 minutos, pero bueno, eso depende de cada horno. No debemos pasar con el horneado porque se tostaran y ya no nos quedará un bonito color.
Es conveniente durante la mitad del horneado abramos y cerremos la puerta del horno para que entre aire frío. En el curso utilizaron un horno de aire y los horneamos a 140ºc durante catorce minutos con la puerta un poco entreabierta.
Una vez horneados , se dejan un minuto en la bandeja , se retira la lámina de silicona y se dejan los macarons enfriar en ella sobre la encimera de la cocina hasta que estén totalmente fríos. No los separéis cuando estén calientes, se romperán.
Una vez fríos, los separamos, ayudándonos con la punta de un cuchillo y los dejamos reposar en un  recipiente hermético en la nevera antes de rellenarlos, de un día para otro.
Para rellenarlos he usado una crema de lima que podéis ver la receta pinchando aquí. Una vez fría la crema la metemos en una manga pastelera de boquilla redonda y los vamos rellenando, la cantidad de relleno ha de ser de tal manera que ni quede escaso ni que se salga por los bordes. La foto que os muestro abajo es como nos lo mostraron en el curso, el macaron correcto es el del medio.

Una vez rellenos los metemos en la nevera para que se asiente el relleno durante dos horas y media o tres y después al congelador. Par tomarlos se han de descongelar en frío. Esto es lo que nos dijeron en el curso para que cojan humedad. Hay gente que una vez rellenos los mete en la nevera y los consume tal cual, eso ya como queráis.
Os pongo algunas fotos de la Masterclass:
La textura brillante antes de hornear
Ya horneados
Todos los macarons que nos comimos
La demostración en directo